Batallo a diario con mi frágil memoria, intentando salir airoso en mi devenir cotidiano.Irritado y persistente peleo contra mi intelecto a fin de no perder la contienda.Pero ella, la memoria, puñetera y resabiada, no resulta un rival fácil. Con ese cruel fin me pone a prueba a diario.
En días como este, sin embargo, me rendiría con gusto a tan intelectual combate.
En días como este, gustaría de amanecer perdido, sin día, sin hora, ajeno a la fecha en la que estamos viviendo, y sobre todo a la que hemos vivido.
Hoy, justo hoy, se cumple un triste aniversario. Dos años, dos largos años de una ausencia y de una irremplazable perdida.Y aunque mi mente se empeñe en borrar dañinos recuerdos, la memoria insistente pierde su ligereza y se instala con fuerza en mi cabeza.
Maldita memoria, ya podía ejercer su contenida afectividad, cuando realmente se la necesita.
Si pudiera la dejaría en pause, a la memoria, a la maldita memoria.
En días como este, se agradecería una inesperada amnesia.
En días como este, no me gustaría despertar…
2 comentarios:
Me gustan estos ecritos en lo que se respira una tremenda humanidad.
Lo único que nos queda es pensar que el paso de los años moldea esa memoria, en ocasiones nos da un lado amable, otras veces nos da un lado instructivo. Muchas veces es triste o incluso descorazonador, pero ya digo, el tiempo nos trae ese recuerdo cada vez... de una forma un tanto distinta.
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