lunes, 30 de agosto de 2010

En el TaLLeR



En este pequeño taller hemos disfrutado con el barro; cuando se modela se utilizan diversas herramientas, nuestras manos, palillos de madera, rasquetas, cuños... entre los tres perdíamos una tras otra ¿dónde está el hilo de cortar? ¿Y la puncheta?.
 Y así  íbamos cada uno haciendo nuestras cerámicas, comentando ¿cómo lo ves? ven más seis ojos que dos.
   Dialogábamos con el barro, la música estaba en funcionamiento  pero la verdad es que  ni la oíamos.
   Aunque no hemos mantenido una conversación  de las que se puede decir importantes, ha sido un encuentro intenso, festivo y...aprendiendo siempre aprendiendo. En realidad no hacían falta las palabras...el barro dice mucho.

JACINTA GIL RONCALÉS



Ayer fui al IVAM en la sala donde se exponen los fondos del museo, encontré obras de Jacinta y de Manolo Gil su marido fallecido  prematuramente, allí estaba el retrato que M.Gil  había hecho de Jacinta... el tiempo ha pasado aunque el alma de ella permanece en el retrato.



sábado, 28 de agosto de 2010

DíaS de BaRRo

Después de un fugaz coqueteo con el barro, una tarde en arte76 de hace ya mas de 3 años, tenia pendiente una cita con mi amiga Ángeles y su taller de cerámica. Esta semana, aprovechando mis urbanas vacaciones, he pasado dos días trabajando con tal maleable materia. Han sido dos mañanas estupendas que en breve tendrán continuidad. El barro me h a hecho recuperar las ganas de hacer cosas, de crear… trabajar directamente con las mano, sin el uso de mas utensilios que tus dedos, hace que la creación gané en intensidad, en fuerza. Pura plasticidad que va adquiriendo forma al ritmo que marca los dedos de tu mano.
Aunque tenía intención de empezar con algo más sencillito, fue cuando Ángeles me pasó un pedazo de barro, cuando decidí que iba a hacer una escultura del Dr,magenta. Al empezar a golpear el barro sobre aquella tosca madera, pasó algo mágico. Al tiempo que lo manipulaba, una criatura pedía con silenciosos gritos ser creada de su interior.
Ángeles, que es una excelente profesora, y me marco de una manera tan sencilla como efectiva el modo de trabajar. Cuando me quise dar cuenta, la figura iba cogiendo cuerpo, las piernas, el pecho, la cabeza…. En apenas un primer esbozo, reparé en que de intuitiva forma me estaba modelando a mi mismo. Y ahí surgieron las primeras dudas:
Como me represento, como me ven los demás, como me veo yo, como me gustaría verme… finalmente opté por presentarme como Yo me veo. En la pequeña escultura me represento con esa dualidad que va adosada a mi personalidad. La figura esta desnuda mientras Con una mano esconde su sexo y con la otra se coge la cabeza en apurado trance.
Como ayer no pude acabarla, hoy hemos continuado. He repasado los pequeños detalles y Ángeles me ha ayudado a vaciar su interior para su posterior cocción. Observando a distancia a mi mini yo, he reparado en su gesto algo malhumorado y un poco diablo por lo que le he puesto unos alitas de angelito, toda una metáfora visual a mi bipolar carácter….
Por otra parte me apetecía trabajar algo que no fuera una figura, un objeto de uso. Utilizando el método de los churretes, he hecho una especia de maceta, que posteriormente he decorado y que me apetece mucho ver como queda.
Quiero aprovechar los días que me quedan de vacaciones para seguir aprendiendo más sobre el barro, seguir creando a partir de la tierra.
Un gran redescubrimiento para este final de verano.

miércoles, 25 de agosto de 2010

ChUsA



Mientras su padre estaba en la playita, Chusa ha pasado unos días en casa.
   No te preocupes le decía, el Dr. volverá pronto...ella poco a poco iba instalándose, recorriendo todos los rincones ..cuando no la encontraba le buscaba un tanto asustada,  me asomaba con temor por las ventanas...por si se le había ocurrido curiosear fuera de casa.
   Razón tiene Magenta al decir que su gata es una perra al igual que mi perra era una gata.
   Le gusta que le acaricien, escucha cuando le hablas y creo que hasta lo entiende todo..es muy lista esta gata , y además muy guapa aunque no presume de ello, eso si, te observa con mucha atención, parece que tenga una pregunta en su mirada...
    El caso es que los días han pasado rápidos y Chusa ya formaba parte de mi vida...me queda un consuelo... ahora está feliz en su casa con el Dr.

viernes, 13 de agosto de 2010

Pura

Pura era una mujer de 36 años, morena, delgada, de piel pálida, y con los ojos… amarillos. Este singular rasgo, no era más que la carta de presentación de su auténtica condición: Era una cambiante.
Comenzó de niña, tenía ocho años cuando adoptaba la forma de sus amigas para que nunca la descubrieran jugando al escondite. Al llegar a la pubertad, fue aun más divertido si cabe. Copiaba a sus hermanos y hermanas para confundir a sus padres. A sus compañeras de clase para reírse de los profesores. Y al llegar a los veinte años, comenzó a copiar a todas las chicas guapas que veía en los pubs y discotecas, para ser siempre la más hermosa, y ligar con los chicos más guapos. Utilizó su don para divertirse y pasárselo bien, hasta que un día comenzó a ver rechazo en la mirada de sus vecinos, un gesto de reproche que ella notaba que devendría en el rechazo más absoluto. Se fue de casa, cambió de barrió, acabó sus estudios y empezó a trabajar. Una nueva vida en la que sus metamorfosis dejaron de existir. Las lentillas de colores, le vinieron muy bien, un tono marrón oscuro era el habitual. Las pocas veces que la pillaron a lentilla quitada, se escabullía rápidamente alegando que tenía algún tipo de albinismo, o un problema de pigmentación en el iris. Quería ser aceptada y sentirse normal. Y un día, reflexionando a cerca de su don, un don que nunca utilizó para hacer el bien ni ayudar a nadie, recibió una llamada de Dolores.
Fueron amigas de pequeñas, cuando eran tan solo unas niñas. Dolores se mudó a los 12 años tras morir su padre, y aparecer en sus vidas el novio de su madre. Un hombre pérfido de alma oscura, que engatusó a la madre de Dolores y les dio mala vida a ambas. Los años pasaron y aquellas dos buenas amigas fueron poco a poco perdiendo el contacto, hasta que Dolores, hundida en la desesperación, llamó a Pura en busca de ayuda.
Pura descolgó su móvil y al otro lado de la conexión estaba Dolores, Dolo. Con la voz entrecortada hipaba cosas que solo alguien muy íntimo podría entender. Entre incesantes balbuceos pudo comprender: -No le soporto. Es como el novio de mi madre. Me voy esta misma noche. Nunca más volverá a tocarme.
Pura consiguió sacarle la dirección y le dijo que iba para allá. Al subir a su coche se miró como de costumbre al espejito del asiento del conductor, (coche unisex), y vio sus ojos amarillos devolviéndole la mirada. A la porra, se dijo, y giró la llave del contacto. Al llegar, vio la puerta de la casa abierta. Pura entró con decisión gritando el nombre de su amiga y arañando puertas y paredes a medida que avanzaba por la casa. Llegó hasta la cocina donde yacía su amiga con un cuchillo clavado en el pecho, y la cara desfigurada por los golpes. Había llegado tarde, demasiado tarde. Ni su don ni su amor por ella le sirvieron para ayudarla. La mirada de Pura fluctuaba por la habitación de un lado a otro pasando siempre por encima del cuerpo de Dolores. Una furia, un impulso animal de querer hacer algo nacía dentro de Pura. Notaba como su pecho ardía, poco después, todas sus entrañas. Era el comienzo de la transformación. Al ver el cadáver de Dolores una vez más, pensó que sería demasiado arriesgado, así que salió de allí buscando un marco, una imagen de su amiga, algo a lo que poder aferrarse. Llegó al comedor y allí vio una foto de boda, su amiga Dolores deliciosamente vestida de blanco y abrazando a un hombre de sonrisa forzada. Agarró aquella foto con las dos manos ensangrentadas, miró fijamente, con rabia. Y realizó su transformación, la primera en años. Clavó la rodilla en el suelo, había cambiado con demasiada brusquedad, y entonces oyó un chirriar de ruedas de coche. Salió de la casa a toda prisa, Toyota negro matrícula 620… Se subió a su vehículo y le siguió hasta las afueras. El coche se detuvo cerca de un barranco, y el conductor, aquel que aparecía en la foto, bajó y se dirigió al borde del precipicio.
Pura se le acercó, llegó hasta él sin hacer ruido. Le miró bien, tenía sangre por todas partes, pero sobretodo le llamó la atención la que tenía en sus nudillos. Abrió la boca, inhaló hondo, y dijo con claridad celestial: -Hola cariño. Su voz había sonado idéntica que la de Dolores. Y entonces él volteó y mirándola con cara de pavor tartamudeó: Do-lo. Sus pies se encaminaron hacia atrás con la misma torpeza, hasta que uno de sus pasos fue ya en el vacío. El terror que sintió le impidió gritar mientras caía.
Final 1:
Pura sacó de su bolsillo la cajita que llevaba siempre encima para las emergencias, con un par de lentillas de repuesto y un espejito. Se miró en él, miró por última vez a su amiga y le dijo: -Adios Dolo. Mientras, él seguía cayendo, y en ese viaje que sin duda se le haría eterno, de seguro tuvo tiempo de pensar, en aquellos ojos amarillos.
Final 2:
Pura y Dolo tienen 8 años. Están jugando al escondite. Esta vez paga Luis. Las dos se han escondido en el mismo sitio y Luis se dirige hacia ellas. Cuando las vea las pillará a las dos, así que Pura le dice a su amiga que se esconda, que tiene una idea. Pura-Dolo aparece ante Luis con sus flamantes ojos amarillos tapados por una diadema púrpura con brillantitos grises. Luis se dirige a mare y le dice (a Dolo) que la ha pillado y se va para seguir buscando a Pura. Pura-Dolo, se dirige también a mare con el paso tranquilo y cuando está a punto de llegar, recupera su aspecto de Pura y llama a Luis. Pura dice:
-Por mí y por todos mis compañeros y por mí primero.
Seguidamente Dolo sale de su escondite y ante la estupefacción de Luis las dos amigas se agarran, al grito de:
-Te he salvado Dolo, te he salvado.
Ambas amigas tararean y danzan, cogidas de sus manitas, alrededor de un eje perpendicular al de sus miradas. Donde los ojos amarillos de Pura, miran fijamente a los de Dolores, marrón oscuro.

Poema de Jacinta Gil Roncalés 1/Soy nada


Soy nada                                                                       

Hay veces que me siento
como hoja sin árbol
oscilando en el aire                                             
a punto de caer.

Piedra sin monte,
lengua sin boca.
No hay polvo en mis grietas,
ni nada que pudiera
contar algo de mí.

Tan solo el movimiento de esa mano,
una pizca de caliente piel
podría establecer el equilibrio
de esta vida que, ahora
me pide ya su fin.


jueves, 12 de agosto de 2010

ToDo A LeURo

A la espera del ansiado ecuador agostil, que de comienzo a mi ansiada cuenta atrás veraniega, el domingo decidí dar una tregua a mi cartujano enclaustramiento y vivir un domingo festivo-familiar.
La jornada comenzó de tempranil forma, a las 8 de a mañana, en una rápida aunque siempre intensa visita al rastro. Este curioso mercadillo siempre me ha parecido un sitio fascinante, repleto de objetos la mayoría inservibles, expuestos de tosca manera en el mejor de los casos. Desparramados por el suelo la gran mayoría, lucen con proletaria vanidad el orgullo que acumulan a lo largo de sus longevas e inútiles vidas.
Cualquier objeto es susceptible de ser encontrado entre los puestos de este singular mercado. Desde antigüedades, muebles, libros de amarillentas paginas, aparatos electrónicos de dudosa procedencia y efectividad, a insalubres muñecas de plástico, amontonadas a modo de instalación artística postmoderna, pasando por fotografías anónimas desparramadas por el suelo, enmarcadas y remarcadas muchas veces, por marcos imposibles y añejos cristales.
Capitulo aparte merece ese continuo homenaje a la década de los 80. Inestables pilas de cintas VHS, algunas de ellas grabadas directamente de la televisión con indescriptibles contenidos y terroríficas carátulas se amontonan en el suelo. Y es que definitivamente el soporte magnético triunfa en el rastro. De igual forma los míticos cassetes ocupan un puesto importante en este particular ranking. La rumba y sobretodo la canción española, triunfan en l as pistas de este mercadillo.
También la pintura esta muy presente en algunos de los puestos. Sin duda lo mas positivo de la visita, después de ver los cuadros que se exponen en tan improvisada galería de arte, es descubrir que mis cuadros no son tan horribles como yo pensaba. Creo que debería retomar mi carrera y exponer en el rastro.
Cuando el calor comenzaba ya a hacer acto de presencia, abandonamos tan singular feria, de la mano de un reiterativo estribillo:

A leuro, a leuro…. Todo a leuro….

miércoles, 11 de agosto de 2010

JACINTA GIL RONCALÉS



Jacinta Gil,  luchadora social incansable... una gran mujer.
  En 1947  formó parte del Grupo Z, junto a su marido Manolo Gil y otros artistas , el Grupo Z. fue  la primera reacción artística colectiva de la posguerra en Valencia; participando también en las tertulias "las Vesperales" que se realizaban en la casa del escritor José León , en el barrio de Patraix de Valencia.
 En 1956 junto a un pequeño grupo de artistas e intelectuales valencianos fundan el Grupo Parpalló.
  En los años 60 es detenida y encarcelada como" presa política"  viviendo en tres cárceles:Valencia, Madrid y Alcalá de Henares.
    Además de frecuentes exposiciones de pintura ,Jacinta escribe ensayos literarios, poesía...
En el año 2000 La Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana le patrocina una exposición antológica en el Palacio de las Atarazanas, junto con un libro catálogo donde se publican además de la obra plástica, fragmentos de sus escritos,"Diario de la cárcel ",Poesía carcelaria" etc...
Esta exposición fue llevada a Alicante y Méjico.

 Su último libro  de poesía "Espadas de arena" aún no está publicado.
Transcribo su dedicatoria:  
 "con el recuerdo vivo del poeta José Luis Hidalgo, que me llevó de la mano, por el camino de la poesía".

Aquél día....



Aquél día fue diferente , siempre había seguido la misma rutina, sonaba el despertador, el sueño volaba aún sobre el , se levantaba medio sonámbulo, acudía a la cocina ,  tomaba un vaso de leche y medio dormido aún  iba a la ducha , se ponía la ropa y se preparaba para acudir a su trabajo.
    Hoy viernes y sin un motivo especialmente importante, había saltado la chispa, esa que llevaba tantos años encendida y tantos años agazapada, estaba cansado de tomar decisiones, le creaban un gran desasosiego más aún por no ser él quien tendría que tomarlas, al menos eso pensaba.
        Se miró al espejo y este le devolvió una imagen de alguien desconocido, volvió a buscarse en él, la imagen había desaparecido, el espejo reflejaba tan solo un lugar ya desconocido para el.
    Salió a la calle, saludó al vecino, se encontraban cada mañana... pareció no haberle oído... siguió su camino, el que cada día recorría para incorporarse al trabajo.
      Entró en la oficina, vio a sus compañeros …nadie le saludaba, le resultaba extraño,…nadie parecía haberle visto.
Lo más sorprendente era que ese día nadie necesitaba su ayuda, su consejo, pensó que no tardarían mucho en hacerle una consulta como era habitual ya que su trabajo consistía fundamentalmente en resolver cualquier problema o conflicto que surgiese…           
Esperando que alguien le dirigiese tan solo  una mirada, alguna palabra... Pasó su jornada de trabajo frente al ordenador, escribiendo palabras que cuando intentaba leerlas no comprendía, habían dejado de ser sus palabras… tan solo dibujos con signos extraños en la pantalla.

      A las tres, llegó a su casa, saco las llaves de su bolsillo, con un temor que no llegaba a entender, introdujo la llave en la cerradura, la puerta se abrió…recorrió el pasillo, al fondo se escuchaban palabras que no entendía, sonidos que le resultaban aunque familiares extraños…
… había niños pequeños y una mujer, todos eran desconocidos para él….se sentó en una pequeña silla, parecía que nadie se había dado cuenta de su presencia y desde allí observaba… quizás pasaron cuatro o cinco horas …
   Miraba atentamente el comportamiento de esa familia, observó detenidamente a cada uno de los niños intentando encontrar un detalle que le hiciese recordar.
  Miró a la mujer, como una niña más… jugaban, reían, parecía que nada había cambiado en sus vidas…

El,
 el que había dejado de ser...
 ese desconocido había desaparecido sin dejar rastro...



domingo, 8 de agosto de 2010

Doña Concha Piquer - "Ojos verdes"

ojos verdes





Sabía que eran sus flores preferidas y como un ritual, cada 9 de noviembre recogía de su jardin esas pequeñas flores que tanto le gustaban a su madre y juntándolas hacía un pequeño ramito.
   Le llevó también como en otras ocasiones una hogaza de pan hecha por ella misma.
Sentada en su desvencijada butaca, frente a la pequeña ventana, con los ojos cerrados... parecía que le estaba esperando...
   Un olor tremendamente familiar hizo que despertase de su dulce letargo...
abrió instintivamente sus pequeños ojos verdes...  la luz  hacía mucho tiempo que ya no le llegaba.
Su olfato se había desarrollado increíblemente,se había convertido en sus ojos , en su memoria.
 Empezó a escuchar el bullicio de sus hijos en  la casa, oía la canción  que en tantas ocasiones había cantado como si fuese la mismísima  Concha Piquer...comenzó a tararearla..."ojos verdes... ojos verdes, verdes como la albaaaaaaaaaaaahaca"... Ese olor a pan...hacía que de nuevo toda la familia se encontrase junto a ella alrededor de la mesa... el sonido de la guitarra ...,las voces de los que ya no estaban, las risas, las palmas ..y esas flores que le transportaban  tantos recuerdos... aquél amor de niña , que le ofreció por vez primera un ramito de violetas.
 ..la fragancia de sus flores y del pan recién horneado  hacían que se sintiera viva de nuevo.
  Tarareaba su canción... su voz era casi imperceptible...,Colocó entre sus manos el pequeño ramito de violetas...
Había paz en sus ojos...
 los entornó suavemente ...
en su boca una sonrisa....
 ...
 .

viernes, 6 de agosto de 2010

foto Mar Botella
El libro es ese compañero de viaje silente y animado al tiempo, que te acepta cuando decides cogerlo y no se enfurruña cuando te lo dejas encima de la mesilla de noche o en cualquier otro lugar. No te exige nada nunca, aunque si te metes en él, te atrapa como un amante incansable y no lo puedes dejar ni de día ni de noche, alcanzándote a dar las cosas más maravillosas del mundo.
De la misma forma te permite vivir emociones intensas, realizar viajes increíbles o fantásticos o echar un vistazo a vidas extraordinarias (o de lo más comunes) en el más puro estilo “voyeur”. En ocasiones te obliga a someter a análisis el mundo circundante o mirar hacia tu interior detenidamente para hacerte de nuevo tantas y tantas preguntas que seguían esperando respuestas desde hacía tanto…
Verdaderamente, lo que sucede en los libros es a mis ojos siempre mucho más real que lo que consigo ver en mi vida de simple mortal, porque para mí, las cosas escritas cobran mayor entidad que las vividas, amenazadas siempre por el olvido.

lunes, 2 de agosto de 2010

MiRadAs

lunes los ojos tienen añoranza
martes miran con ensoñación
miércoles creen que la vida empieza
jueves de nuevo comienzan a aprender
viernes la mirada se nubla
sábados no quieren abrirse
domingo miran el amanecer.
han vivido la vida.





domingo, 1 de agosto de 2010

Luarca...encuentros...cerámica...vida




 en el camino de la vida encuentras ciertas personas que sólo por ello vale la pena haber vivido, he tenido la fortuna de ir descubriendo seres maravillosos que iluminan los días con sus sonrisas, sus palabras, su generosidad, su trabajo coherente y profundo.
   En este encuentro he sido afortunada.

Estaba tan nerviosa como en una primera cita

Estaba tan nerviosa como en una primera cita. Esperaba su llegada con cierta ansiedad ¿cómo sería? ¿estaría de buen humor?¿le apetecería abrazarme? no, se dijo, es mejor no forzarle a nada, que haga lo que quiera…

Pensaba en estas y otras cosas cuando el sonido del timbre del telefonillo la hizo saltar del sillón y, en una carrera, ya estaba diciendo: ¿quién?

- ¡Soy yo! Ya, ya está abierto!

Ella seguía apretando de manera obsesiva el botón de apertura sin percatarse de ello, atenta sólo a la voz que escuchaba distorsionada pero contenta cruzando la entrada al patio.

Abrió la puerta y esperó con el corazón en un puño el momento en que el ascensor se abriera…

- ¡Hola mamá!

- ¡Hola mi vida! ¡Cuánto te echado de menos estos 15 días…!

- Yo también, mamá…no, no me levantes que ya soy muy mayor…

- Si, si que es verdad, has crecido tanto!

Y se fundieron en un abrazo de reencuentro vacacional dispuestos a pasar juntos el período estipulado de vacaciones firmado en el convenio regulador mientras una pequeña lágrima se le escapaba y su voz se quebraba al preguntarle cómo lo había pasado con papá esos días. Eso sí, su sonrisa era inmensa, como después del primer beso tras la primera cita.