-¿Qué hacéis vosotras dos? ¡Holgazanear, seguro!
-No tía, vengo de arreglar la 312.
Cristal salió de la habitación restregándole una mirada de advertencia.
-Muy bien, pues ahora quiero que vayas a la carnicería y traigas arreglo para un cocido.
-Si tía.
Mona salió de la casa y en rellano mismo oyó unos susurros que provenían del piso de arriba. En seguida bajó las escaleras un hombre que se estaba abrochando el cinturón. Mona disimuló como si estuviera buscando las llaves y esperó a que el hombre se fuera. A los pocos segundos Carla bajó las mismas escaleras con un fajo de billetes de 5 y de 10 en la mano.
-¡Uy Mona! Cariño no le digas a Cristal que me has visto, si se entera que hago trabajitos en su finca me mata.
Mona sobresaltada aún por todo lo anteriormente acontecido asintió con la cabeza sin estar muy segura de haberla entendido. Carla enseguida la obsequió con una sonrisa y la agarró del brazo.
-Bueno princesa, te acompaño hasta la calle que me tengo que ir a seguir trabajando, que me hace falta la pasta para un asuntillo que tengo. ¿Cómo estás cielo?
-Pues bien, bien, oye ¿tú conoces al Marqués?
-¡Uy El Marqués! ¿Qué te ha dicho Cristal de él?
-Nada por eso te pregunto.
-Ya, pues si no te ha dicho nada por algo será mi princesa. Haz caso a Cristal que es una chica con estudios y no hagas caso a la loca de Carla que va por ahí arañando las paredes.
Al llegar al portal Carla añadió:
-Bueno Mona me voy aquí al lado con uno que es un mirón, tiene una cámara en la ventana y todo jajaja. Paga bien y además la tiene pequeña, me lo ventilo fácil.
Carla le plantó un sonoro beso en la mejilla y se fue al grito de:
-Recuerda, no le digas a Cristal que me has visto.
Mona se quedó boquiabierta. Con un pantallazo azul por pensamiento.
Pablo
-No tía, vengo de arreglar la 312.
Cristal salió de la habitación restregándole una mirada de advertencia.
-Muy bien, pues ahora quiero que vayas a la carnicería y traigas arreglo para un cocido.
-Si tía.
Mona salió de la casa y en rellano mismo oyó unos susurros que provenían del piso de arriba. En seguida bajó las escaleras un hombre que se estaba abrochando el cinturón. Mona disimuló como si estuviera buscando las llaves y esperó a que el hombre se fuera. A los pocos segundos Carla bajó las mismas escaleras con un fajo de billetes de 5 y de 10 en la mano.
-¡Uy Mona! Cariño no le digas a Cristal que me has visto, si se entera que hago trabajitos en su finca me mata.
Mona sobresaltada aún por todo lo anteriormente acontecido asintió con la cabeza sin estar muy segura de haberla entendido. Carla enseguida la obsequió con una sonrisa y la agarró del brazo.
-Bueno princesa, te acompaño hasta la calle que me tengo que ir a seguir trabajando, que me hace falta la pasta para un asuntillo que tengo. ¿Cómo estás cielo?
-Pues bien, bien, oye ¿tú conoces al Marqués?
-¡Uy El Marqués! ¿Qué te ha dicho Cristal de él?
-Nada por eso te pregunto.
-Ya, pues si no te ha dicho nada por algo será mi princesa. Haz caso a Cristal que es una chica con estudios y no hagas caso a la loca de Carla que va por ahí arañando las paredes.
Al llegar al portal Carla añadió:
-Bueno Mona me voy aquí al lado con uno que es un mirón, tiene una cámara en la ventana y todo jajaja. Paga bien y además la tiene pequeña, me lo ventilo fácil.
Carla le plantó un sonoro beso en la mejilla y se fue al grito de:
-Recuerda, no le digas a Cristal que me has visto.
Mona se quedó boquiabierta. Con un pantallazo azul por pensamiento.
Pablo
2 comentarios:
¿cuándo lo publicamos chicos?
mo
Ya esta publicado,
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