miércoles, 11 de agosto de 2010

Aquél día....



Aquél día fue diferente , siempre había seguido la misma rutina, sonaba el despertador, el sueño volaba aún sobre el , se levantaba medio sonámbulo, acudía a la cocina ,  tomaba un vaso de leche y medio dormido aún  iba a la ducha , se ponía la ropa y se preparaba para acudir a su trabajo.
    Hoy viernes y sin un motivo especialmente importante, había saltado la chispa, esa que llevaba tantos años encendida y tantos años agazapada, estaba cansado de tomar decisiones, le creaban un gran desasosiego más aún por no ser él quien tendría que tomarlas, al menos eso pensaba.
        Se miró al espejo y este le devolvió una imagen de alguien desconocido, volvió a buscarse en él, la imagen había desaparecido, el espejo reflejaba tan solo un lugar ya desconocido para el.
    Salió a la calle, saludó al vecino, se encontraban cada mañana... pareció no haberle oído... siguió su camino, el que cada día recorría para incorporarse al trabajo.
      Entró en la oficina, vio a sus compañeros …nadie le saludaba, le resultaba extraño,…nadie parecía haberle visto.
Lo más sorprendente era que ese día nadie necesitaba su ayuda, su consejo, pensó que no tardarían mucho en hacerle una consulta como era habitual ya que su trabajo consistía fundamentalmente en resolver cualquier problema o conflicto que surgiese…           
Esperando que alguien le dirigiese tan solo  una mirada, alguna palabra... Pasó su jornada de trabajo frente al ordenador, escribiendo palabras que cuando intentaba leerlas no comprendía, habían dejado de ser sus palabras… tan solo dibujos con signos extraños en la pantalla.

      A las tres, llegó a su casa, saco las llaves de su bolsillo, con un temor que no llegaba a entender, introdujo la llave en la cerradura, la puerta se abrió…recorrió el pasillo, al fondo se escuchaban palabras que no entendía, sonidos que le resultaban aunque familiares extraños…
… había niños pequeños y una mujer, todos eran desconocidos para él….se sentó en una pequeña silla, parecía que nadie se había dado cuenta de su presencia y desde allí observaba… quizás pasaron cuatro o cinco horas …
   Miraba atentamente el comportamiento de esa familia, observó detenidamente a cada uno de los niños intentando encontrar un detalle que le hiciese recordar.
  Miró a la mujer, como una niña más… jugaban, reían, parecía que nada había cambiado en sus vidas…

El,
 el que había dejado de ser...
 ese desconocido había desaparecido sin dejar rastro...



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